Vecinos del “Barrio Rojo” alzan su voz ante los crecientes conflictos en la intersección de las calles Armando Sanhueza y Errázuriz

la queja de los residentes del “Barrio Rojo” ante los conflictos en calle Armando Sanhueza y Errázuriz

Enfrentarse a diario con personas en situación de calle y presenciar episodios que rozan la inmoralidad, peleas y borracheras, se ha convertido en una realidad constante para los residentes, comerciantes y empresarios de esta zona.

Aunque esta problemática no es nueva, en los últimos tiempos la situación ha llegado a un punto crítico, sin que las autoridades hayan logrado controlar los excesos que se cometen a plena vista en las calles.

Roberto Ulloa, propietario de un hotel en la calle Armando Sanhueza, relata la superación que han experimentado, afirmando que “a pesar de que esta zona es conocida como conflictiva o ‘Barrio Rojo’, la situación actual es insostenible, ya que todas las semanas las calles son tomadas por personas que beben y se emborrachan”.

“Nos preocupa la imagen que estamos proyectando al mundo como una ciudad turística, especialmente en una época en la que recibimos a miles de visitantes extranjeros”, expresa Ulloa.

Además del triste espectáculo que ofrecen las personas en situación de calle, Ulloa también se refiere a los ruidos molestos durante las noches. Asegura que existen locales nocturnos que operan más allá del horario permitido, sin ningún tipo de fiscalización. “Hemos llamado a Carabineros, al Plan Cuadrante y a la Seguridad Municipal, pero nadie aparece. Cuando logramos contactar a alguien, nos dan excusas y nos dicen que están ocupados atendiendo otros procedimientos que consideran más importantes que nuestros reclamos”, lamenta.

A pesar de que su hotel lleva seis años en la zona, los conflictos recientes han comenzado a agotar su paciencia. “Son muchas cosas las que estamos soportando, lo que nos hace pensar que esto es tierra de nadie”, subraya.

En la esquina de Armando Sanhueza y Errázuriz, se congregan hasta 15 personas que escuchan música a un volumen alto. Además, frecuentan un terreno baldío en la calle Armando Sanhueza, cerca de Balmaceda, donde obtienen alcohol de una botillería local.

Los residentes del “Barrio Rojo” exigen una acción inmediata de las autoridades para abordar estos problemas, con el objetivo de recuperar la tranquilidad y la seguridad en su vecindario.