
Un líder religioso de 51 años fue condenado a presidio perpetuo simple por dos abusos sexuales, tres violaciones, estupro y posesión de material pornográfico infantil. El juicio, que involucró a cinco víctimas, reveló la existencia de otras afectadas cuyos delitos prescribieron.
La investigación, a cargo de la Fiscalía Local de Coyhaique y la PDI, destaca la colaboración de las víctimas, algunas de las cuales sufrieron los abusos hace más de una década.