Lo que antes era un hábito de monjes, hoy es parte del día a día de millones.
La meditación ha dejado de ser un misterio. Desde aplicaciones hasta talleres online, cada vez más personas acceden a esta práctica para manejar el estrés, mejorar el enfoque y cultivar el bienestar.

Estudios científicos respaldan sus beneficios: ayuda a reducir la ansiedad, mejora la regulación emocional y fortalece la memoria. Incluso algunos médicos la recomiendan como parte de tratamientos integrales.

La clave está en la constancia, no en la duración. Meditar cinco minutos al día puede ser más efectivo que largas sesiones esporádicas.

En medio del ruido, cerrar los ojos y respirar se vuelve una forma de volver al centro. Una pausa pequeña, con efectos profundos.